Hablar en público, material de apoyo y rúbricas
Cuando hablamos de comunicación y exposiciones orales es habitual hablar del "Arte de la Comunicación" y es ahora tras las diferentes dinámicas realizadas durante las últimas semanas cuando me doy cuenta de su verdadero significado.
No hay duda de que los soportes informáticos como Power Point y similares, son de gran ayuda para mostrar la información de manera visual y ordenada. Nos permiten mostrar datos e informaciones complejas que quizá de otra forma serían difíciles de transmitir, pero, al mismo tiempo creo que en cierta manera nos "cortan las alas". Estamos acostumbrados a presentaciones en las que primeramente se exponen los contenidos estructurados, de manera lineal y por bloques para posteriormente proceder al desglose pormenorizado de cada uno de ellos. Lo tenemos tan asimilado que cuando alguien se salta las reglas decimos que su exposición carecía de estructura lineal, de orden, y mi pregunta es, ¿hemos sido capaces de comprender su mensaje? y si la respuesta es afirmativa, ¿por que la crítica? ¿o es acaso el objetivo de toda exposición oral no es transmitir un mensaje?
Hemos perdido las ganas de ser sorprendidos, queremos conocer los derroteros del camino antes de emprenderlo, eliminar riesgo para saber en todo momentos de donde venimos, es que punto estamos, cuantos nos quedan y a donde vamos. No queremos sorpresas, nada de aventuras. Y es que, ¿acaso una exposición oral no es una aventura?
Al hilo de las estructuras que nos encorsetan, ¿Cómo valorar una rúbrica?. Es cierto que puede colaborar en una evaluación más objetiva de la exposición. Nos ayuda a tener en cuenta una mayor cantidad de detalles que quizá de otra manera se nos pasen por alto. Para quien expone le puede ayudar a estructurar su trabajo para intentar incluir tantos aspectos como van a ser evaluados, excluir aquellos que no se van a tener en cuenta y en consecuencia obtener una mejor evaluación. Pero con ello, estamos forzado un estilo, un patrón.
Las diferentes teorías educativas hablan continuamente de la imaginación y de como impulsarla en entre los adolescentes pero al mismo tiempo les ponemos mugas para que no se salgan para terminar criticando que todas hacen lo mismo. ¿un poco (o muy) contradictorio no?
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